
El dolor de rodilla al flexionar y estirar es una molestia común que puede afectar la movilidad y calidad de vida de una persona. Puede ser causado por diversas condiciones y lesiones, y comprender las razones detrás de este dolor es el primer paso para encontrar alivio.
¿Por qué se produce el dolor de rodilla al flexionar y estirar?
Lesiones de ligamentos o tendones: las lesiones en los ligamentos, como el ligamento cruzado anterior, o los tendones alrededor de la rodilla pueden causar dolor al doblar o estirar la pierna.
Condropatía rotuliana: esta afección se caracteriza por el desgaste del cartílago detrás de la rótula, lo que puede provocar dolor al flexionar y extender la rodilla.
Síndrome de fricción de la banda iliotibial: la fricción de la banda iliotibial puede causar dolor en la parte externa de la rodilla al flexionar y estirar.
Síndrome de dolor patelofemoral: esta afección se manifiesta como dolor alrededor o detrás de la rótula y empeora al flexionar o estirar la rodilla.
Artritis: la osteoartritis o la artritis reumatoide pueden afectar las articulaciones de la rodilla, lo que provoca dolor al moverla.
Soluciones para el dolor de rodilla
Descanso: si se experimenta dolor, se debe dedicar tiempo a la rodilla para poder recuperarse. Evitar actividades que puedan empeorar el dolor.
Aplicación de hielo: aplicar hielo en la zona afectada puede ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor.
Elevación: elevar la pierna puede reducir la hinchazón y el malestar.
Fisioterapia: un fisioterapeuta puede desarrollar un programa de ejercicios específicos para fortalecer los músculos alrededor de la rodilla y mejorar la flexibilidad.
Medicación: los antiinflamatorios no esteroides (AINE) pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación. Consultar a un médico antes de tomar cualquier medicamento.
Cirugía: en casos graves, se puede requerir una cirugía para corregir problemas estructurales de la rodilla.
4 consejos para prevenir el dolor de rodilla
Mantener un peso saludable para reducir la presión sobre las articulaciones de la rodilla.
Realizar ejercicios de fortalecimiento muscular y estiramientos regularmente.
Calentar adecuadamente antes de realizar actividades físicas intensas.
Utilizar calzado adecuado y evitar superficies duras si se corre o camina.
Si el dolor de rodilla al flexionar y estirar persiste o empeora, es fundamental buscar la evaluación de un profesional de la salud. El diagnóstico preciso es esencial para determinar el tratamiento más adecuado y restaurar la movilidad de la rodilla. La atención oportuna puede ayudar a superar el dolor y recuperar la calidad de vida.