El espacio que habitamos así como las emociones que nos atraviesan afectan no sólo nuestro estado de ánimo sino también nuestros movimientos y nuestra postura corporal.
La espalda, los músculos y las articulaciones son las principales zonas que padecen la mala conducta postural, que genera todo tipo de malestares en las personas. Y es que ante movimientos exigidos y sostenidos por prolongados períodos de tiempo, así como el sedentarismo, las pocas horas de sueño y ciertos elementos de descanso; es que se pueden generar alteraciones en el funcionamiento del cuerpo.
Si bien todos estamos expuestos a que nuestro cuerpo sufra alguna molestia ya que está relacionado con el trabajo y la actividad diaria; también es cierto que existe una amplia diversidad de ejercicios y hábitos que podemos incorporar a nuestro día a día para tener una mejor calidad de vida.
La práctica de algún deporte, la posibilidad de realizar actividad física en nuestro tiempo libre, una consciente y poco prolongada posición y el intento de corregirla; y un mínimo movimiento; ayudan a que nuestros músculos se relajen y se recuperen.
La visita a un profesional de la salud para obtener información sobre cómo y con qué atacar las molestias posturales es un paso obligatorio para lograr nuestro bienestar mental y físico; y para evitar posibles complicaciones a futuro.
Algunos consejos para adquirir el hábito:
- Corregir la postura
- Hacer actividad física
- Incorporar una dieta equilibrada
- Relajarse y respirar lentamente
- No mantener la misma posición por un largo tiempo
- Consultar a un médico
Llevar a cabo dichos consejos predispone a la persona a tener un mejor ánimo, a disminuir las molestias y a aumentar tanto su productividad como su creatividad.