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NOVEDADES

PRIMERAS PALABRAS

El desarrollo del lenguaje es un proceso que tiene etapas evolutivas y varía de un niño a otro. Sin embargo, existen algunos signos que permiten identificar si es necesaria una evaluación fonoaudiológica para evitar problemas futuros.

Desde el primer momento en el que un bebé llega al mundo, comienza a comunicarse con su entorno. A cada segundo, recibe estímulos y usa sus recursos para expresar lo que necesita: a través del llanto y la mirada, experimentando con lo que lo rodea, identificando voces familiares, sonidos cotidianos y silencios. Por esto, las primeras palabras pronunciadas, son un logro dentro de un proceso que comenzó mucho antes.

Desde el primer año, el niño puede comprender gran parte de lo que escucha, comienza a nombrar los objetos que están a su alrededor y responder a preguntas sencillas. A medida que el tiempo avanza, entre los dos y tres años, se incrementa su vocabulario y sus habilidades para expresarse, permitiéndole crear oraciones y frases que se irán haciendo cada vez más claras.

Al llegar esta etapa, suele surgir la inquietud acerca de los logros alcanzados: ¿Son los esperados para la edad? ¿Es necesaria la consulta para evaluar el inicio de un tratamiento? Ante estas preguntas, estar atentos a algunos indicios, puede orientarnos al momento de considerar hacer una consulta con un especialista.

Si bien cada caso tiene sus particularidades, se considera como signo de alerta que un niño de 2 años no emita ninguna palabra para expresar sus necesidades ni intente imitar producciones verbales de los adultos. También si, cumplidos los 3 años, presenta dificultades en la construcción de frases, en la secuencia de las palabras en la oración o existe una incongruencia entre su relato y el contexto situacional. En el período que va de los 4 a los 5 años, también es aconsejable prestaratención a las dificultades en la pronunciación.

Un pronóstico temprano de algún tipo de trastorno en el lenguaje es clave en estas edades , ya que permitirá evitar que éste se traslade, por ejemplo, a problemas en el aprendizaje de la lectoescritura. En todos los casos, la consulta fonoaudiológica permitirá disipar dudas y considerar si es necesario realizar estudios o iniciar un tratamiento que resulte oportuno.

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